No todos los funcionarios son felices. No son una especie distinta de la humana, aunque a veces pueda parecer lo contrario............
No te enfades hombre. Ayer nos reíamos tomando café porque uno dijo que su mujer era funcionaria y no creía en la religión, porque no pensaba que hubiera un mundo mejor que éste, jejejee...
pues viviran bien los funcionarios de la junta, mi caso, funcionario del estado, es que trabajo de noches y festivos...si eso es vivir bien, no me quiero imagnar al que se queja...
Querido Godzilla ( perdona pero no sé tu nombre de pila... bautismal,claro, no va a ser de Duracell, jeje ), yo no me enfado por nada. Bueno, aclaro: sí aparece cierto rictus de seriedad cuando miro mi cuenta corriente en ingdirect ( sobretodo a partir del día 21-22 de cada mes ), pero se pasa pronto, jeje. Ahora hablando en serio. Hay ciertos mitos totalmente falsos acerca del mundo funcionarial. Hay muchos funcionarios que cobran miserias en relación al trabajo que realizan y a la dedicación con la que lo realizan. Por poner sólo unos ejemplos: policias ( no los municipales, claro), guardias civiles, médicos, enfermeras, profesores........ Incluso en la administración de la Junta de Andalucía hay gente que trabaja mucho y que no tendría ningún problema en destacar en la empresa privada. Evidentemente, hay otra mucha gente que no hace ni el huevo..............
Efectivamente, los sueldos de la administracion son una mierda, los de AGE y los de la junta. Los del ayuntamiento son un poco mejores, pero los guai son los de la Diputacion.Tambien esta el sitio donde trabajas. Ni mucho menos se trabaja igual en todos lados. Los de la Junta, casi tos pican(bueno los medicos no), pero es peor pues te agobian con 60 pacientes al dia que tienes que verlos. Los de AGE yo creo que son los que menos trabajan(excepto polis) Yo hasta ahora he tenido suerte, donde trabajo no hay trabajo, y ni siquiera conozco a mi jefe. Jamas ha ido donde yo trabajo.(a veces)
Tengo un amigo que está en tráfico en Barcelona y se jarta de currá. En Delegación del Gobierno también se trabaja bastante. Y ya se te acabará el chollo.................... En cuanto me entere de quién es tu jefe : : :
Visita al ginecólogo.... En una estación de radio Canadiense, dan un Premio de 1.000 a 5.000 dólares a la persona que contara una historia verdadera, que le hubiese sucedido y la hubiese puesto en una situación embarazosa, de aquellas que te dan ganas de tirarte de un quinto piso. Ésta fue la historia que ganó los 5.000 dólares... ...Tenía consulta con el ginecólogo esa semana, pero quedaron en llamarme para confirmarme el día y la hora de la consulta. Temprano recibo la llamada de la telefonista del consultorio informándome que mi consulta era para ese mismo día a las 9:30 de la mañana. Acababa de desayunar y eran las 8:45. Entré en pánico, no tenía ni un minuto para perder. Yo tengo mucho cuidado con mi higiene íntima, principalmente si voy al ginecólogo, pero esta vez ni siquiera me daba el tiempo para darme una ducha. Subí las escaleras corriendo, me quité el pijama, agarré una toallita lavada y doblada que estaba encima del borde de la bañera, la desdoblé, la mojé pasándola después con todo cuidado por mis partes para tener la seguridad de que quedaría lo más limpio posible. Tire la toallita en el canasto de ropa sucia, me vestí y volé para el consultorio. Llevaba pocos minutos en la sala de espera cuando me llamaron para hacerme el examen. Como ya sé el procedimiento, me senté sin ayuda en el borde de la camilla e intenté imaginarme muy lejos de allí, en un lugar como el Caribe. Me quedé muy sorprendida cuando el médico me dijo: - ¡¡OH la la, hoy hizo un esfuerzo extra para estar más guapa!! No recibí muy bien el cumplido, pero no respondí. Me fui a casa tranquila y el resto del día se desenvolvió normalmente: limpié la casa, cociné, tuve tiempo de leer una revista, etc. Después de la escuela mi hija de 6 años me gritó desde el baño: - ¡Mamá! ¿Dónde está mi toallita? Le grité que sacara una limpia del armario. Cuando me respondió, juro que lo que me pasó por la cabeza, fue desaparecer de la faz de la tierra. El comentario del médico martilleaba en mi cabeza sin descanso y mi hija me dice: - ¡¡No mamá, yo no quiero una toallita del armario, quiero aquella que estaba doblada en el borde de la bañera. Fue en esa en la que dejé todas mis brillantinas, purpurinas y estrellitas doradas!!