Me han quitao mi bar de la esquina.... iba a escribir algo, pero no he podido, porque sólo me salían palabrotas. El bar del barrio..... Espero que os guste Tremendo LUIS MANUEL RUIZ. EL PAIS 10/04/2008 Para llegar a uno de los monumentos más señeros de Sevilla había que arriesgarse a franquear una calle a través de un amago de acera, que ponía a prueba las capacidades de equilibrismo del visitante mientras autobuses furiosos venían en contra. Se dejaba a un lado un edificio de color de nublado, donde hoy se cobija la hemeroteca municipal; se dejaba enfrente un edificio mudéjar, de hecho de una de las iglesias más antiguas de la ciudad, donde un portón acumula ojivas igual que ondas en un charco sobre una pared de caliche. El monumento estaba allí, desapercibido, en la superficie que se abre tímidamente entre Santa Catalina y una librería especializada en música y cine: uno de los corazones secretos de la circulación sevillana, uno de sus chakras, esa media docena de puntos ocultos por los que la dotación de energía de un organismo circula y se distribuye. En la placita, cerveza en mano, tal vez condescendiendo a una bolsa de papas fritas que se despachaba en el local de enfrente, convivían el cofrade en una pausa de sus rezos, el ciclista con necesidad de sales minerales, los funcionarios del reloj adelantado, los padres y las madres a los que pesa demasiado el carrito, el que pasaba por allí, que es el santo patrón y como el avatar que mejor define el carácter sureño. De bote en bote y de trago en trago, en esa placita se cerraban negocios, se comentaban planes de futuro y se describía la vida propia a quien quisiera oírla, ese conjunto de hechos enigmáticos que al narrarse reciben, quizá, una apariencia de sentido. Y al caer la tarde o la madrugada la plaza iba vaciándose, quedándose lánguida y ensimismada, a medias campo de batalla en ruinas y playa tras el maremoto, mientras sobre la acera sobrevivían algunos vasos sucios de espuma y ese olor a epílogo y a cerveza agria que resta en los salones al final del convite. Un convite que ahora parece haber concluido de una vez por todas. Creo que no seré el primero en haber recibido el cierre del Tremendo, uno de los bares nucleares de Sevilla, con una combinación de estupor y de alarma. Se veía venir: desde que el ayuntamiento emprendió su cruzada contra quienes no se emborrachan cívicamente debajo de un techo, esta modesta capilla que vomitaba a su clientela por los callejones aledaños parecía destinada al más siniestro y tajante de los porvenires. Forzosamente, los cambios que poco a poco iban transformando nuestra añosa capital sucia y con gusto por el desorden en la ciudad de las personas, según el eslogan oficial, tenía que chocar con la propensión de sus vecinos por divertirse al aire libre, sin paredes ni cristaleras que limitaran su extraversión. La medida parece de un rigor legal intachable; ya sabíamos que los negocios de hostelería no cuentan con autorización para sacar vasos más allá del umbral si no median los veladores reglamentarios, ya estábamos enterados de que esa riada de alcohol, tabaco y risas a cielo abierto mortifica a los inquilinos de las ventanas de al lado y castiga el mobiliario urbano reduciéndolo a depósito de escombros. En el pasado cayeron los locales de la movida nocturna del centro, pero todos pensábamos que Roma permanecería incólume y que el Tremendo resistiría a las vanas vicisitudes de la ley y sus ministros. Nos equivocamos. Sevilla se convierte paso a paso en una ciudad moderna, responsable, que se mira en las urbes orgullosas del otro lado de los Pirineos, y en su camino, claro está, debe dejar de lado estos posos humillantes de la despreocupación y la barbarie: hemos de ser conscientes de que el precio del tranvía y la supremacía del peatón es la diversión forzosa en recintos cerrados, donde la alegría no perjudica a nadie. Torres más altas han caído: ahora miramos de reojo al Vizcaíno, a las bodeguitas del Salvador, a los Perdigones y la Giralda.
Yo unos de los 6 o 7 motivos por el que tengo una moto, es para poder ir con mi MDR, dejarla en la puerta del Tremendo y tomarme mis cervecitas alguna tarde noche que se terciara. Ahora con la pequeña MDR esta mas jodiillo, jeje. Me entre hace ya mucho de lo del cierre y me quede helado, lo que pasa que se me paso comentarlo por aqui. Echaremos de menos ese servicio, no apto para Nachos Vidales :beber: .
Sniff... Sniff... me ha recordado a todos los bares que me han ido cerrando por el centro, o que ya no te dejan sacar el vaso.
Pues yo estoy de acuerdo en que lo hayan cerrado. En la prensa dan diferentes motivos para el cierre: - no disponer de licencia para veladores - no respetar el horario de cierre - tener "huecos abiertos al exterior" (salidas de humos) Creo que el oficial ha sido el tercer motivo, pero me da igual, cualquiera de ellos me parece suficientemente importante. Lo primero es el derecho al descanso. Me gustaría saber si pensaríais lo mismo después de que no pudieseis dormir en vuestras casas una noche tras otra.
+1 Como dice Caracol, otro gallo cantaría si vivieseis encima y no pudieseis dormir hasta las tantas los días de madrugón para salir en bici, o si vuestro portal fuera un meadero público. España es un país de segunda porque tenemos más leyes de convivencia y ciudadanía que los demas, pero no hay nadíe que se ocupe de su cumplimiento y todos hacemos lo que nos sale de las narices.
Hacia mucho tiempo que no paraba por ahí, pero en mis "buenos" años, solia ir mucho los domingos antes de almorzar y me tomaba mis cervecitas con un trozo de mojama o de bacalao.....¡¡Que tiempos aquellos!! En fin, tambien me sorprendí cuando me enteré del cierre, pero lo entiendo..............:kiki
Pues está muy bien. Pero yo sigo viendo a gente haciendo botellón en los entornos al Lope de Vega y rodeados de municipales. ¿Eso si está permitido?.
Por lo que se, al parecer se le dio varios avisos para que corrigiera los fallos ya nombrados y por lo visto, no solo no lo hizo, sino que paso del tema. Lamentandolo mucho estoy de acuerdo con el cierre. A un amigo mio le estan poniendo mil y una trabas para poder llevar su bar, asi que ellos no iban a ser menos.
Pues si, me llevé una gran decepción cuando me enteré del cierre, pero por el buen tirador de cerveza que tiene, que como ese quedan pocos en Sevilla; y no por la limpieza ya que, hasta hace poco que han puesto un lavavajillas, los vasos los lavaban al chorro y ese ha sido el motivo de no acercarme mucho últimamente. Dos días antes del cierre estuve allí y observé, previamente, que tenía lavavajillas y lo utilizaba, así que pedí un tanque y me cobró 1,10 euros y este ha sido el motivo real del cierre. ¡No a la subida de la cerveza! !Movilización!
Por eso mismo... El sitio que me extraña que no hayan cerrado es el bar este de las columnas de la plaza del Salvador
Y digo yo, con el viaje de bares que hay que la gente esta fuera, a esos no les dicen nada? Anda que otro historico, que tambien me tomaba una cervecita en mi ruta motera, el Jota, no te veas como se pone aquello de motos los jueves. Ese otro que ya mismo cae, si no ha caido ya.
Encima del Tremendo viven los dueños. Además es un bar que lleva allí 60 años, y no ha llegado nunca a los extremos del Salvador que se ha convertido en un lugar masificado, "un producto". El Tremendo abría a las 12 y cerraba a las 4 y luego desde las 8 hasta las 12. Era un bar de quedar a tomar la primera y la segunda. Cuando más peña había era el viernes pero era un bulla que a las 23 se disipaba. Entre semana, los parroquianos de siempre, yo entre ellos, que se toman una birrita despues del trabajo y antes de cenar. Lo de la licencia de veladores, es otra de las estafas de las ciudad. Si quitaran todos los veladores del Centro Histórico (dejando de lado los barrios) que no tienen licencia se llenaba el estadio olímpico. Date una vuelta por Doña Elvina o por la calle Argote de Molina donde el amigo Robles pone todas las mesas que le da a é la gana. Tengo amigos en la calle San Felipe, Feijoo y les da tanto por culo como a mi que lo hayan cerrado. Esto me recuerda a aquel líder vecinal de los pisos nuevos de la Barqueta, (los de 70 millones) que se quejaba por el ruido del tráfico por la avenida Jiménez Becerril. PD. YO vivo en el centro con ventana hacia la calle y soporto que la peña con el morao a las 5 o las 7 de la mañana los findes vaya por la calle, cantando, riéndose o discutiendo sobre el sexo de los ángeles, cuando no alguna riña conyugal. ES lo que tiene vivir en el centro, si no me gusta pues me voy al campo. ESo es así, no puedo poner un cartel de silencio a la entrtada de la calle. La ciudad es ruidosa, quien quiera silencio que se insonorice la casa o que duerma con tapones, como yo.
La ciudad esta hecha una mierda, basuras y porquerias, botellones en cualquier acera de cualquier barrio o incluso del centro y cierran el tremendo?? Señores, ya esta bien de jodernos:disparo10
Si si, botellones, yo he hecho y sigo haciendo botellones, porque tomarse una copa en un bar es un ATRACO, pero lo recojo todo, los que lo dejan todo lleno de basura no son personas, son animales, y saliendo del tema del alcohol/bares (esque me ha llegao lo del botellón...) si te paras a hablar sentados en un portal más de 4 ó 5 personas (Y DIGO A HABLAR!!!), viene un señor de la porra y te dice "dispérsense". Encima de que me quitan el beber en la calle, me quitan la alfalfa, porque allí no se puede salir de los bares con la cerveza en la mano, y entonces hay que permanecer dentro de esos "AMPLIOS" locales, donde caben la no menospreciable cifra de 50 personas!!! WAW!!! COMO SARDINAS EN LATA, PERO SON 50!!! ahora quitan el Tremendo, lo siguiente será el Salvador, como ya he dicho... no se, querrán que salga ya bebido de casa para hacerlo alrevés, llegar mareado, riéndome mucho, y luego, paulatínamente, ir pegando el bajón y acabar a las 11 de vuelta en casa y aburrido.
una pena aunque yo no iba mucho por alli, tengo otro tremendo en el barrio de mis padres donde llevo parando desde que era un moco
