Este era un señor muy inteligente y muy estudioso y se dedicó al arte de 'catar' en todas las esferas posibles, así era capaz de identificar el mejor de los vinos identificando su productor, la cosecha, la historia del mismo y cuantos detalles existen en el conocimiento humano relativo a este tema. Cataba perfumes, licores, conocia de la producción de utensilios de cocina, de vitrales, de equipos electrónicos, en fin era una verdadera enciclopedia en sentido general. En cada lugar que se presentaba siempre se le invitaba a poner a prueba sus dotes y su sabiduria y siempre era un triunfador y ganador de la admiracion y las felicitaciones de todos. Gozaba nuestro hombre de muy buena reputación y un dia que se encontraba en un restaurant de lujo, todos quisieron ver y apreciar el por qué de aquella fama muy bien ganada. Aceptó una vez más el reto planteado y tapándose los ojos con una cinta oscura pidió que le trajesen cualquier objeto para identificarlo sólo utilizando su gran sentido del olfato. En este momento el propietario del restaurant, gran humorista y jodedor quiso hacerle una broma a esta eminencia que tenia como comensal. Se dirigió a la cocina con un juego de cubiertos nuevos recien traídos del extranjero y se presentó ante la lavadora de platos, una señora ya entrada en años y que no paraba un segundo de trabajar y de limpiarlo todo, ella rozó por unos minutos los utensilios de comer por su coño sudado y mal oliente y le fueron entrgados a nuestro héroe para que identificara lo que tenia delante. Después de varios minutos de examinar detenidamente con el olfato aquellos implementos el gran catador dijo: -Cubiertos muy finos traidos desde Italia y producidos en el año 1995, tienen la suerte de contar con uno de los pocos ejemplares producidos en aquella ocasión, por cierto, desde cuándo Micaela trabaja aqui con ustedes???
